lunes, 23 de noviembre de 2015

Incluso al viajero

Unos versos del 2013, que saqué a airear hace un añito en La Sala (lugar mágico de Sevilla) una noche estrellada, con la compañía de Rocío Cañero. 
Rocío, Cañero, una vez descubrí una voz magnífica y recitamos a dos voces...                                            

Así es esto, al viajero
siempre atemporal le es su regreso
invierno de repente,
en medio de primavera en sus huesos.

Encuentra el cuerpo hogar en cualquier sitio
cuando conoce vivaz destino
sabe hablar de lenguas y disfraces
si a la mesa se sientan estimados comensales

Su hablar, cambia, también su caminar
o el brillo de sus ojos
cuando enfrenta un nuevo mar
pero no cambia fácilmente su amar.

Es éste uno que discurre
entre mundos compartidos o distintos
amor de todos, amor muy suyo
amor que no deja indiferente a ninguno

El otro amor, al individuo
le es distante y le es ambiguo
porque lo suyo no es atar, no es agarrar
es él mirlo regalando libertad.

Libertad comprendida o incomprendida
estimada, rechazada
pero suya siempre en el alma
cuando, alguien, quiere traspasarla.

Pese a todo hay siempre sustancia
duende, amenaza,
viaje inevitable que se enciende siempre
frente a novedosas palabras

Será algo extraño o será aprendido
que hasta al más libre siempre ilusiona
fusión de dos cuerpos iguales o distintos
unión de almas y cuerpos hundidos.











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